miércoles, 18 de febrero de 2015

LISTOS, TONTOS Y OTROS DEL MONTÓN



¡Qué sería de los listos si no fuera por los tontos! Visita de trabajo a una planta de producción. El encargado sale a fumar y le acompaño. Al cabo de un rato de conversación observo que hay un cable eléctrico sobre nuestras cabezas que une la fábrica con una casa vecina. Pregunto. No sabe. Indago y resulta que la casa pertenece al anterior propietario de la fábrica comprada hacía años. El cable suministraba toda la electricidad de su casa a costa de una empresa que no era suya.

Últimamente se han publicado varios informes de organismos con solvencia afirmando que alrededor de 36 millones de personas viven esclavizadas en el mundo. Trata de blancas, niños vendidos, obligados a trabajar, secuestrados, obligados a luchar en guerras, utilizados para el tráfico de órganos… Otra visita a una fábrica, me enseñan la cristalera, desde donde hace años, un individuo seleccionaba a la chica de turno que debía satisfacerle. La que no accedía no trabajaba.

Manipulación: control ejercido sobre un individuo o grupo mediante diferentes técnicas con el objetivo de forzar una manera de actuación.

Todos tenemos un manipulador en nuestro interior. ¿Quién no ha soñado con que los demás hagan lo que quieres? No está mal que cumplan tus deseos y expectativas. Todo el mundo a nuestros pies, dispuestos a hacer lo que les digamos. Si nos leen el pensamiento mejor, que no haya ni que pensar. Muchos estáis pensando en unas vacaciones. ¿Qué tal en la familia? Imagina tus hijos portándose como quieres, o tu marido diciendo las cosas bonitas que quieres oír o tu mujer teniendo ese detalle justo en el momento que pensabas. Al madurar, aprendemos que nuestros deseos no pueden ser complacidos en todo momento, que hay cosas imposibles o que afectan a la libertad de otras personas. Aprendemos el “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Aprendemos “tolerancia a la frustración” y a distinguir nuestras ensoñaciones de la realidad. El límite lo pone nuestra ética y empatía. ¿Por qué soñamos con tener robots que cumplan nuestros deseos y que se parezcan a nosotros? ¿Quizás porque eliminamos el componente moral? Pero queremos que se parezcan a nosotros para confundirlos con nosotros. La película Blade Runner entre otras cosas habla de esto, de cómo los robots (replicantes) llegan a ser tan parecidos que al final tienen sentimientos. No puedes distinguir, ni siquiera, si tú eres uno de ellos, por lo que se vuelve a plantear el problema moral de la esclavitud.

Cuando se consigue que alguien deshumanice a un semejante, como si se tratara de un robot, el apego moral y sentimental desaparece. Pepe deja de ser una persona y se convierte en un objeto. A un objeto se le puede vender, romper, maltratar, es tuyo, te pertenece y está a tu servicio, puedes incluso cuidarlo, pero para que te dure más o te de mejor servicio, no porque tenga sentimientos, al fin y al cabo, es un objeto. No pasa nada si al manipularlo sale herido, está para eso. Los tontos están para manipularlos y servirse de ellos.

Si no se nos educa la “Tolerancia a la frustración” nos convertimos en niños malcriados. Todo lo que imaginamos queremos que se cumpla, y que se cumpla al instante. Queremos nuestros objetivos conseguidos, nuestras expectativas cumplidas. Si no se cumplen y no hemos sido educados, la frustración y la ira son el siguiente paso. Una “pataleta” en toda regla. Yo sonreí una vez en una pataleta infantil de un directivo. Nadie se habría atrevido a sonreír con Hitler o Stalin. Tampoco es inteligente dejar salir la sonrisa a alguien con baja tolerancia a la frustración, este tipo de personas son vengativas y debido a su inseguridad, la sonrisa le indica su falta de control. Prudencia.

Si ponemos en un eje el grado de deshumanización y en otro el de tolerancia al error, viajaremos por una nube de puntos que representa muchos de los casos que nos encontramos en las empresas. Desde los que nos olvidamos dejar nuestro egoísmo en el baúl de los recuerdos infantiles de vez en cuando, a los casos extremos encuadrados en rasgos psicópatas. Como el compañero “caradura” que nos endosa sus marrones, el estafador, el tirano, el empleado abusón… En la vida personal iríamos de nuestros egoísmos diarios a los casos extremos de acoso, abuso, matrimonios de conveniencia, la esclavitud…
Un manipulador puede parecer fácil de detectar. No lo es. Son personas muy inteligentes. Conectan con las víctimas, parece empatía pero es sólo un disfraz. Son lobos disfrazados. Utilizan muchas técnicas, el halago, la mentira, etc. Pueden incluso hacer pequeños favores. Una vez ganada la confianza controlan y utilizan a la víctima. Hitler llegó al poder por votación, muchas mujeres maltratadas se casaron con un marido maravilloso que resultó ser un maltratador que las esclavizó, muchos han ascendido mostrando una cara a sus jefes y actuando como verdaderos tiranos con la gente a su mando. La única defensa contra un manipulador sistemático es primero evitarlo y si no lo has visto venir o no has podido evitarlo,  utilizar el NO y escapar.

Los dos casos que os he puesto, uno de un “caradura” y otro un “acosador” rayando en la esclavitud, son la misma persona y presunto delincuente. No es tan infrecuente encontrar casos de estafas en las que han dejado arruinados a inocentes, casos de acoso sexual y de otra índole, verdaderas extorsiones a nivel empresarial entre clientes y proveedores, etc. Muchos, que no son casos clínicos, han ido dejando de ver a los demás de forma humana. Las conductas se aprenden en los dos sentidos en el positivo y en el negativo. Cada vez que utilizamos la palabra genérica, nos alejamos afectivamente de ese grupo para poder hacer daño.”Fíjate, los de dirección, los del sindicato, los trabajadores, los políticos, los de esa raza, esta religión, este sexo…” y a continuación volcamos nuestro odio y frustración, convirtiéndolos en seres sin cara. Al hacerlo, lo transmitimos, manipulamos a los demás igual que posiblemente lo hiciera otro antes con nosotros.

Apreciad lo que tenéis, la empresa moderna, el sufragio de la mujer y la igualdad ante la ley, la abolición de la esclavitud… son avances de hace dos días en la historia de la humanidad. En muchas partes del mundo no se han asimilado aún. Vamos camino de ser todos seres humanos y no digo iguales porque no lo somos. Humanos con nuestras diferencias que enriquecen la humanidad pero queda camino y está también en nuestras manos. Cuidaos de los que no os ven como personas. Aunque nadie es perfecto, y es bueno a veces tener momentos de egoísmo no dañino, esforzaos por evitar la pérdida de perspectiva humana en cualquier tipo de relación, siendo lo más honestos posible y dejando un poco a un lado el egoísmo que supone un perjuicio para los demás.  Aspirad al punto en el que se une la humanidad con la tolerancia a la frustración.


Diego Lias

2 comentarios:

  1. La manipulación no es intrínsecamente mala; lo malo es el fín que se persiga.
    En psicología se aplica mucho en la terapia de la formación. La conducta cívica es una muestra de manipulación positiva. La misma educación en los valores éticos y morales, también lo es. Por tanto, no dejemos que los árboles no nos permitan ver el bosque.
    Que duda cabe que, como dices, hay manipulaciones perversas que pretenden hacer ver lo blanco negro, en beneficio propio o de un colectivo. Se dan algunos casos en la judicatura, cuando se interpretan algunas leyes, y en la publicidad engañosa, por ejemplo.
    Me gusta tu blog por lo diverso de los temas que tratas y los enfoques personales, dejando entrever una gran personalidad positiva ante la vida. ¡Enhorabuena, te seguiré de cerca!

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    1. Interesante punto de vista y otra forma de ver la formación. Efectivamente no deja de ser una manipulación, positiva si abre la mente del alumno, le hace pensar y abrir horizontes, no tanto si es adoctrinamiento. Hasta en ciencias las teorías se suceden unas a otras por abrir la mente.
      Muchas gracias por tu comentario en general, aportando un nuevo punto de vista y gracias también por el personal.

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