María y Paco decidieron hacer una
escapada para disfrutar de la naturaleza un fin de semana. Cogieron todo lo
necesario para la acampada, caminaron hasta llegar a un sitio espectacular y
acamparon. Paco sorprendió a María con una cena romántica a la luz de la
linterna y ya cansados del día, se fueron a su tienda a dormir. Durante la
noche María despierta a Paco y mirando al cielo le pregunta. ¿Paco, que ves? Millones y millones de estrellas, contesta
Paco. Y ¿qué te dice eso Paco? Volvió a preguntar María. Tras unos segundos,
con al mirada perdida, Paco responde… ¡Tantas cosas María!...Que hay millones
de galaxias y planetas, incluso puede que haya vida inteligente, que Júpiter
está en Capricornio, que pueden ser las dos de la mañana, que parece que
tendremos buen día mañana… que somos tan insignificantes en este universo
María… ¿Y tú? ¿Tú que ves María? María
mira a los ojos a Paco y le contesta: Paco, la verdad es que no sé por qué te
quiero tanto. ¿Es que no te has dado cuenta de que nos han robado la tienda de
campaña?
¿Cuántas veces complicamos el
análisis de una situación y su solución sin darnos cuenta de lo que tenemos
delante de nuestras narices. Este chiste que ilustra lo obvio y lo simple no es
un hecho aislado que sólo ocurra en los chistes. Desgraciadamente sucede de
forma habitual en nuestras vidas y en las empresas, hasta en las que tienen más
“materia gris por centímetro cuadrado”. La NASA se encontró con un problema a
resolver. Los bolígrafos no funcionan con gravedad cero. Se invirtieron 6 años
y 12 millones de dólares en desarrollar un bolígrafo que funcionara. Por cierto,
se lo regalamos a mi padre hace un par de años, ahora se comercializa imagino
que para recuperar la inversión, espero que no tenga que utilizarlo en las
condiciones para las que fue diseñado. El caso es que los rusos tenían el mismo
problema y lo que hicieron fue utilizar un lápiz.

Salir de la “burbuja” y ver desde
fuera el problema para comprender lo obvio y desentrañar la simplicidad, no es
fácil. Estamos limitados por dos elementos fundamentales:
- Nosotros: los rasgos de la personalidad; los estilos de afrontamiento, generando patrones de conducta sobre situaciones aprendidas anteriormente; y nuestro estilo cognitivo definen nuestra forma de analizar los problemas y darles solución. Al mismo tiempo que son la solución, en ocasiones, son nuestra limitación. En definitiva, que quienes somos, nuestra experiencia y nuestra forma de percibir limita y orienta la solución. La trilogía “Divergente” (Verónica Roth) serie de libros juveniles de ciencia ficción hace una abstracción justo de lo que comentamos. La sociedad está dividida en “Facciones” que aglutinan a personas con personalidades y cualidades similares. Para definir a que facción pertenece cada persona, se realizan unas pruebas en las que la forma de resolver situaciones críticas les define. Un “divergente” es aquel que es capaz de afrontar los problemas con la aproximación más adecuada a cada problema porque es capaz de tener todas las perspectivas y no se define como una en concreto. Por supuesto hay muy pocos y además están perseguidos (ese es otro tema). Lo normal es que no tengamos todas las perspectivas, la solución es apoyarnos en los demás. Equipos de trabajo con diversidad o lo que hacemos muchas veces, pedir consejo para ver otros puntos de vista. Esto no nos evita tener que dar un paso atrás y ver con “distancia “ el problema. Lo que hace, es que al empezar a ver otros puntos de vista, empezamos a alejarnos. Nosotros mismos somos los que nos damos cuenta de nuevos puntos de vista, diferentes a los nuestros o a los de los consejos.
- Los recursos disponibles: Para cruzar un río, las soluciones pueden ser infinitas. Unas más complicadas que otras, dependerá de los recursos y como los utilicemos. Cuantos más recursos tengas, más fácil puede hacerse la solución; si tienes un puente cruzas fácilmente. Si no has superado el escollo de “Nosotros“, aunque tengas un puente, te puede dar por hacer un sistema de tirachinas gigante con una red que te recoge al otro lado. De cualquier forma no subestimemos la falta de recursos, los principales recursos son tu ingenio y tu motivación (ver artículo “Sin recursos”)
“En igualdad de condiciones, la
explicación más sencilla suele ser la correcta”
Es el famoso Principio de economía o de parsimonia, coloquialmente
conocido por “La navaja de Ockham” Un concepto anticuado y rebatido por
multitud de científicos, aunque yo creo que Guillermo de Ockham (1280-1349) lo
formuló más desde un punto de vista filosófico que científico. La ciencia
admite que puede ser el más probable, pero no tiene por qué ser la verdadera.

Las empresas, que hoy en día no
pueden funcionar sin la informática ni las bases de datos, saben muy bien que
una base de datos mal diseñada ralentiza los procesos. Un buen diseño es el diseño más
simple posible para obtener el resultado deseado.

Diego Lias
Que gran artículo. Para ser simples primero hay que ser humildes....Empecemos a mover montañas!!!
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