¡Vacaciones de verano! ¡Todos
los problemas se quedan en la oficina! Puede que no. La mayor parte de las
separaciones se producen después del verano.
¿Influyen nuestras frustraciones del trabajo en las relaciones durante
el verano? Regreso de vacaciones. “Se te abren las carnes” otra vez los
problemas. ¿Nos sentimos más irascibles? Las frustraciones generan ira, es
inevitable. Algunas reflexiones para conocernos mejor y controlar la ira, ahora
que tenemos un poco más de tiempo. A ver si este año volvemos un poco más
alegres y lo que aprendamos nos sirve para todo el año en casa y en la oficina.
¡Tres letras y lo complicado que
es, Ira! Te pones a pensar y no terminas, claro que es tan importante en las
relaciones humanas que ha sido tratado por todas las grandes religiones,
filósofos, científicos, psicólogos, el cine…
- Las religiones coinciden en que es una lacra, la Cristiana que es uno de los 7 pecados capitales, la Musulmana un defecto imperdonable, el Hinduismo que nos genera infelicidad, el Budismo que nos trae la miseria más que la paz…
- Seneca: una pasión agitada, desenfrenada, basada en el resentimiento y en la sed de sangre, y cuyo último propósito es la venganza. La ira no obedece a la razón. Contra la ira, dilación. Confucio: Si te enfadas, piensa en las consecuencias. El que domina su cólera domina su peor enemigo… en definitiva, en general, un gran defecto.
- Científicos de Harvard: los arranques de ira casi quintuplican las posibilidades de una persona de sufrir un ataque al corazón y aumenta considerablemente su riesgo de padecer un derrame cerebral y otros problemas cardiovasculares. Marcus Mund y Kristin Mitte, de la Universidad de Jena, en Alemania: los pacientes que reprimen la ira, la ansiedad y otras emociones negativas, suelen tener el pulso acelerado, lo que puede originar una gran cantidad de enfermedades, desde insuficiencia coronaria hasta problemas renales o incluso cáncer…
- Psicólogos, algunos como Sue Parker Hall llegan a asegurar que es buena como acto primario de defensa, claro que a la “mala” la llaman de otra forma: “Rabia”, en el sentido de "la incapacidad de procesar las emociones o experiencias de la vida"…Traducido a Roman Paladino, que si las emociones o experiencias de la vida te superan, te cortocircuitas, o como dicen mis hijas: “te rayas”.
- La Guerra de las Galaxias tiene entre sus temas centrales el control de la ira por parte del Caballero Jedi. La ira lleva al odio, al reverso tenebroso de La Fuerza. Dicho de otra forma, que te vuelves malo malote.
Vamos, que si sufres de ira estás
condenado, no das una a derechas y encima te vas a morir, y como estás
condenado, vas encima al infierno. Pues sí, y no es para tomárselo a risa. La
ira en casos extremos es la causante de muchas muertes, entre otras, las de “violencia
de género”. Los programas de reinserción de reclusos giran principalmente en
torno a su control. En el aspecto más duro, disminuye la capacidad para
procesar información, elimina el control cognitivo de la conducta, hace perder la objetividad, la
consideración, la empatía… y lleva a hacer daño a otros o a uno mismo. La Ira
es una reacción ante la frustración por no conseguir lo que quieres o que la
gente piense como tu (porque estas en posesión de la verdad) y el miedo que
produce el no controlar la situación. Los
casos extremos no son frecuentes, gracias a Dios, pero ocurren. A mi amigo Felix
lo mataron de un tiro en la cabeza. Sí, aquí en España, porque descubrió que un
empleado robaba y le dio la oportunidad de reponer lo robado e irse. En vez de
eso, el empleado, en respuesta a su frustración por no conseguir lo que quería,
o perder su “chollo”, decidió matar a mi amigo (el miedo lleva a la ira, la ira al odio y el odio al lado oscuro). Casos extremos, puede. Pero lo
he visto de cerca.
A menor escala que lo anterior,
nos ocurre a todos, porque aunque no seas una persona agresiva, puedes tener
algún episodio de ira agresiva o pasiva.
La agresiva es la más conocida, pero
la pasiva, la gran desconocida, es para tenerla en cuenta. Cuando nos comemos
la ira sin resolverla, parece que no la exteriorizamos. No es así, en realidad
no la eliminamos, sale por otro lado.
Hay dos grupos de comportamientos, que no son estancos (Cuando dañamos a
alguien, nos dañamos a nosotros mismos y cuando nos dañamos nosotros, dañamos a
los que nos quieren):
- Que dañan a los demás principalmente: te hace Reservado (críticas a los demás, despreciando a la gente, te quejas por detrás…). Manipulador (hacemos que otros produzcan la agresión, física o verbal, pero quedándonos al margen, chantaje emocional, sabotear las relaciones…) Obsesivo (excesivamente limpio, ordenado, control de las cosas, exigir que todos los trabajos sean hechos a la perfección, demasiado tiempo dedicado a algo, demasiadas dietas o comer compulsivamente…) Ineficaz o falto de pasión (indiferencia, culpar a otros del fracaso, disminuimos nuestro rendimiento, nos enfadamos por cosas pequeñas y no prestamos atención a las importantes, dormir demasiado, impotencia o inapetencia sexual).
- Que nos dañan a nosotros principalmente: nos sentimos Culpables. Nos enfocamos en el sacrificio personal (hacernos la víctima, sufrir pero negándonos a que nos ayuden…). Nos volvemos evasivos (dar la espalda en una crisis, evitar los conflictos, no responder a las discusiones...)
La agresiva, puede no ir dirigida
contra el objeto que la provocó, para no enfrentarse con lo que de verdad lo
provocó. Pueden provocar que nuestra ira no se descargue sobre los culpables,
sino sobre inocentes como nuestra familia o un empleado.
Puede provenir de fracasos y
frustraciones que queremos darle una explicación y que pueden no tenerla o que
no sea satisfactoria. Son cosas que suceden sin que podamos hacer nada por
evitarlas la mayor parte de las veces. La muerte de un ser querido, una ruptura
sentimental, ser víctima de abusos u otras injusticias en las que los culpables
es muy posibles que nunca sean castigados… solo queda el asumirlas y seguir
para adelante, por ti y por los demás.
Has visto los síntomas y
consecuencias, si ves a alguien invadido por la ira, procura evitarlo hasta que
se calme y sobre todo no arrojes leña al fuego, porque se descontrolará más.
También hay gente que “pincha” a personas esperando obtener una reacción de ira
de la otra persona para que pierda el control, quede mal y se perjudique a sí
mismo (la película “Algunos hombres buenos”, o casos de “moving” son algunos
ejemplos)
¡Me he visto reflejado en algo de
lo que he leído! ¿Qué hago? Comprenderte e identificar cuando surge la ira, ha
sido el primer paso. Ver que tienes esas deficiencias. Ya has recorrido el
camino más importante. Acéptate como eres, pero empieza a mejorar. Pregúntate ¿Por qué estoy enojado o molesto?
Descubrirás que lo que te ha enojado normalmente es una tontería (Un cometario
tonto, una espera,…) Sigue preguntando hasta llegar al problema. ¿Cuál es el
siguiente paso? ¿Ignorarlo y que nos reviente la cabeza o el corazón por la
presión, o acabemos con una depresión? Analizad con franqueza los problemas,
ved las soluciones si las hay, pero asumid que hay cosas que no somos capaces
de controlar o entender, o que hay personas a las que podemos no entender o
controlar.
Utiliza el Auto-control, pero sin
guardar la ira. Si no la soltamos, nuestra ira se incrementará, se volverá
hacia el interior y hemos visto las consecuencias, incluso físicas. En cuanto
nos demos cuenta que la ira surge, hay que tranquilizarse, reflexiona sobre la
situación “cuenta hasta diez” y continúa. Si no lo puedes controlar, márchate
hasta que puedas. No dejes nada del pasado sin resolver porque te perseguirá
siempre. Se constructivo. Escucha a la otra persona, todo el mundo tiene
derecho a tener su propia opinión. Cambia tu estilo de vida: ejercicio físico,
ejercicios de relajación, evita el consumo excesivo de excitantes o bebidas
alcohólicas… Modifica tu entorno: Asume situaciones tontas que te generan
estrés (trayectos de coche, los 5 primeros minutos después de volver del
trabajo…), busca tiempo libre para relajarte y desconectar antes de afrontar lo
siguiente. Aprende a expresar tus sentimientos, desahógate, con tu familia, amigos
o de forma creativa, mediante la pintura, la escritura, la música...Ten cuidado
con las palabras "nunca" o "siempre" (nunca haces esto o
siempre estas con esto). Recurre al humor, pero sin ser sarcástico y sin herir.
Recuerda que enojarse no va a solucionar nada, no hará que te sientas mejor y
sí peor. La lógica vence a la ira, porque la ira, incluso cuando es
justificada, puede volverse rápidamente irracional…
Mil cosas a tener en cuenta, solo
unas pinceladas y es mi artículo más largo, perdonad. Disfrutad de las
vacaciones en paz y sosiego. Retomad el trabajo a la vuelta con ilusión y
tranquilidad. Por vuestro bien y el de los demás. Merece la pena.
Diego Lias
La IRA. ¡ Qué gran elemento de distorsión, para algunos !
ResponderEliminarLos políticos utilizan la ira de los ciudadanos contra sus adversarios, exacerbando los ánimos e identificándoles como los causantes de todos los males. No hablemos de los sindicatos, que afloran problemas de fácil solución con el diálogo y sin embargo, a su conveniencia, los maximizan potenciando la ira que siempre esta latente.
En la empresa también hay manipuladores de la ira entre compañeros o contra la dirección o el jefe inmediato.
La naturaleza humana es propensa a la ira. Las guerras, entre otros elementos se alimentan de la ira.
Como bien dices, la templanza es el elemento diluyente de la ira. ¡ Practiquemos !
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Gracias por tu comentario. Efectivamente, practiquemos todos para diluirla.
Eliminar¡Cuánto me gusta leerte!. La disección que haces me parece bastante completa; no obstante, como dices en otro de tus artículos, hay que prevenir para que no se desarrolle. Es muy difícil que en determinados ambientes la ira no sea el "modus vivendi" de algunos profesionales de la confrontación, y a quienes no les conviene el apaciguamiento para conseguir sus fines. ¡Una lástima!
EliminarKarola, muchas gracias por leerme y por hacer todos estos comentarios. En las aguas revuelas no se ve con claridad, todos los peces parecen lo mismo, pero no lo son. A la larga las aguas se aclaran y dejan ver a cada uno como es. La lástima es que cuando tardan mucho, la mayor parte de los peces buenos, se han muerto o han conseguido saltar a otra charca más límpia. La charca se convierte en un estercolero. Todos debemos trabajar para que no ocurra.
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