Fusiones, absorciones,... auténticos
líos de familia que potencian o hunden empresas. Si todo va bien, cogeremos
corrientes ascendentes y volaremos alto, si sale mal por exceso de peso,
sabotaje o mal diseño, terminaremos en el fondo del barranco.
Un día tu hija os reúne a la
familia y dice: “¡Notición!, me caso”
La decisión: Enseguida respondes
¿Con quién? ¿Cuándo? ¿Es un buen hombre? ¿Tenéis cosas en común? ¿En qué os
complementáis? ¿De qué vais a vivir? ¿Dónde? ¿Una casa nueva, su casa o la tuya?...
Preguntar si se quieren es absurdo, siempre responderá que sí, es a través de las
otras preguntas donde distingues si es un enamoramiento o si ha meditado bien
su decisión. No son muy diferentes de las preguntas que formula un Consejo a la
Dirección cuando se presentan con un proyecto de fusión o adquisición. Objetivos
claros, precio, situación y posibilidades de lo que se incorpora a la “familia”, expectativas razonables y
cumplibles que genera… son la base pero no garantizan el éxito. La corazonada
es como el flechazo, una buena base para trabajar pero mala para tomar una
decisión sólo sobre ella. He visto proyectos que por no evaluar el momento
apropiado, no tener una estrategia clara y definida de lo que se quería, considerar
bien la necesidad de recursos tanto en capital como en apalancamiento,… no han
sido viables y pudieron haberlo sido si se hubieran tenido en cuenta, presentando
alternativas más apropiadas. Otras no eran directamente viables y no se vio al
principio.
J. Kitching ya en 1967 escribió
“Why Do Mergers Miscarry?” entrevistando a 28 altos ejecutivos que habían
participado en 181 adquisiciones o fusiones. Distinguió causas objetivas, en mi
opinión relacionadas con el enfoque estratégico (tipo de adquisición, volumen,
financiación, sinergias más viables a corto y largo plazo,…) y causas
subjetivas (la calidad de la gestión, infravalorar el tiempo que deberán
dedicar los directivos, estrategias definidas de diversificación o crecimiento
(no comprar porque es barato), etc.). Yo
nací después de haberse escrito el libro y he visto los mismos errores que
describe. Las empresas tienen personalidad y psicología, como una persona.
Estamos condenados a repetir los mismos errores por no aprender. Siempre tendrá
actualidad a pesar de escribirse en 1967.
Hay que ser conscientes de a qué
se juega en los matrimonios de conveniencia o necesidad (no hay complicidad ni
amor, siempre vivirás con el miedo a que se aprovechen de ti, te traicionen o
vivas esclavizado) y con las viudas negras (con una fachada prometedora se
casan contigo para sacarte lo que buscan y luego tirar tu cáscara vacía) Hay
estrategias empresariales en las que se busca un activo concreto y el resto no
importa, por ilustrar el concepto.
La boda: La preparación y los
nervios pueden hacer que salga mal, es posible que salgan a relucir aspectos
que no esperabas y que hacen que te lo plantees. Se discute mucho por los
pequeños detalles tontos y a veces se olvida el hablar de los importantes. La
Iglesia/lugar de la ceremonia, el restaurante, el fotógrafo, las flores… Gente
acostumbrada a estos eventos te asesorarán y llevarán a buen término la boda.
Será lo normal. Elegir un mal profesional hace que corras el riesgo de que algo
salga mal. En algún caso, el consejo sobreprotector de una madre iniciará un
conflicto, que debido a los nervios haga que algo que era viable se rompa. En
otros casos (más habituales) un mal profesional no parará la boda, pero lo
lamentarás toda tu vida. Las fotos se perdieron, el restaurante fue un
desastre, no se tuvieron en cuenta ciertos aspectos en el contrato de socios,
se pagaron más impuestos de los necesarios por no tener en cuenta esto o
aquello, la auditoria no sacó hechos relevantes… Cuidado con las malas
digestiones, a veces comemos más de lo que podemos digerir, o con las
borracheras, te ciegan y haces tonterías. Por lo general, la boda siempre es
feliz y aunque se producen fallos quedan recordados como anécdotas.
La convivencia: dos culturas
diferentes comienzan una aventura en común, surgirá una nueva cultura. La
revista American Journal of Marriage and the Family realizó un estudio sobre 80
parejas. Una de sus conclusiones es común a otros muchos estudios realizados en
distintos países. Hay dos momentos de ruptura, los primeros años sobre el
cuarto año y unos diez años después. A de 14 o 15 años, las rupturas rondan el
40%-50% según el actual índice; aunque varia por países, todos están en la
banda. Lo interesante es la segunda conclusión, se categorizaron las parejas en
función de la relación. Al correlacionarlo con los dos momentos de ruptura reveló
que la primera etapa está relacionada con las parejas que discuten
continuamente, la segunda serían las parejas frías y distantes. Las fusiones o
adquisiciones que generan continuos problemas de convivencia, no terminan bien
y los plazos son similares. Las que no dan problemas pero tampoco aportan gran
cosas, depende de la necesidad de hacer caja, pero más tarde o más temprano se
produce la venta.
En los años 80, estudios sobre
matrimonios felices como el Fennell o Murstein coincidían en que el secreto era
el consenso en valores, el que coincidieran era lo importante para los dos. En
los 90 se profundizó sobre estos valores en estudios internacionales que fueron
coincidentes incluso sin diferencia económica o social. La percepción
compartida según Wallerstein era: “una especial virtud de coincidir en sus
necesidades individuales, deseos y expectativas, que les permite sentirse
queridos, respetados y, en muchas ocasiones, apasionadamente amados, a lo largo
de sus vidas adultas”, Sharlin S. habla de “educación, religión, estilo y
filosofía de vida, y motivación intrínseca”, y como no Kaslow &
Hammerschmidt afirmando que “sólo hombres y mujeres satisfechos dijeron aún
encontrar atractivos a sus compañeros” además aportaron la palabra amor.
Creemos que nuestras acciones empresariales no tienen paralelismo con las
acciones personales o privadas y al separar nuestra forma de actuación perdemos
nuestra propia coherencia.
La convivencia, la implantación
de la fusión o adquisición es desde luego uno de los puntos críticos. “A corto
o medio plazo, los factores que más influyen sobre el fracaso empresarial están
relacionados con la incapacidad de superar los retos prácticos, con la
negligencia para mantener una comunicación permanente, clara y abierta, tanto
interna como externa, con evidenciar poco respeto hacia la otra empresa, su
gente, su metodología de trabajo o sus logros o con la dilación en proveer un
liderazgo reconocido, visible y accesible” (OnetoOne; ACG/Thomson). En muchas
bodas se lee este texto “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es
envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es
egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la
maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo
lo espera, todo lo soporta...” Corintios 13: 4-7. Si os paráis un momento sobre
estas palabras, ésta es la actitud y las claves que tienen que tener las dos
partes en una implantación, porque la convivencia es cosa de dos, no de uno. El
liderazgo será la guía.
¡Qué difícil puede ser a veces
encajar! Pero qué bonito poder llegar más lejos y ser más de lo que jamás
podrías ser si estuvieras solo. Os deseo éxito en vuestros proyectos en común.
Diego Lias
UNA BONITA MANERA DE PLANTEAR EL TEMA DE LAS FUSIONES Y ABSORCIONES. ME GUSTARÍA PODER APLICARLA. GRACIAS.
ResponderEliminarGracias. Para aplicarla te enfrentas al miedo a lo desconocido y al miedo a que la otra parte te hiera. Si muestras paciencia, eres bondadoso, no eres envidioso, jactancioso, orgulloso, rudo, egoísta,... poco a poco caerán las barreras del miedo. Si estas en el caso de la viuda negra o similares, ya te puedes ir preparando. Si puedes escapar escapa cuanto antes.
EliminarDiego me ha gustado mucho. Se sumerge uno en la lectura, atrae, y eso es un factor muy importante para el lector.
ResponderEliminarEs reflexiva, nos abre la mente.
El amor hay que alimentarlo día a día para que se mantenga vivo. La comunicación es imprescindible.
Me encantó como concluyes esta lectura: "¡Qué difícil puede ser a veces encajar! Pero qué bonito poder llegar más lejos y ser más de lo que jamás podrías ser si estuvieras solo".
Voy a compartir esta lectura con mis hijas.
Muchas gracias Diego por deleitarnos con esta reflexiva lectura.
Saludos cordiales, Dinorah Jiménez
Muchas gracias Dinorah. Menudos piropos. Me encanta escribir mezclando la vida de la empresa con la personal y ver las preciosas conclusiones que os inspira, a unos en lo personal y a otros en lo profesional. Gracias por mostrármelo en vuestros comentarios. Lo de la frase de conclusión, no sé ni de donde me ha salido, creo que de la chistera o alguna musa, salió fluyendo por sí sola. Gracias por compartirlo y más aún si lo compartes con tu hijas. Saludos cordiales para ti también. Dinorah
EliminarLas funciones son como las relaciones personales, si los intereses y objetivos no son los mismos que seguramente será un fracaso, donde una de las partes involucradas en la lesión y dejarán insatisfecho con la asociación.
ResponderEliminarMarisa, intereses y objetivos comunes; y habilidades y caracteres complementarios (que aporten). Muy de acuerdo. Gracias por tu comentario.
EliminarFantástico, Diego, como siempre. Aparte de estar de acuerdo con Kitching en cuanto a que las absorciones y adquisiciones empresariales se fundamentan no sólo en cuestiones objetivas sino, especialmente en aspectos subjetivos como son las inquietudes, miedos, deseos, y estados anímicos de las personas que conforman una empresa (como toda la economía), me ha encantado tu planteamiento acerca del matrimonio y las diferentes opciones para llevar a cabo el bodorrio. Se dice hasta la saciedad que el amor hay que cuidarlo cuando, en realidad, el amor sirve de base para un matrimonio pero es el matrimonio en sí mismo lo que hay que plantear como la gestión de una empresa. No en vano un matrimonio ha de ser gestionado igual para su éxito. No se trata sólo de elegir el nicho de mercado más adecuado (la persona más adecuada para el amor) sino de analizar las causas de ese éxito para que perdure en el tiempo, mediante la autoconciencia acerca de la magnitud de tal decisión, un fin común y el esfuerzo necesario para poner todos los recursos a disposición de este fin. Gracias, Diego, por hacerme más llevadero el lunes.
ResponderEliminarConcha, muchas gracias por tu comentario y por tu amabilidad. Una auténtica profesional de las bodas a nivel empresarial tiene mucho que decir. Habrás visto unas cuantas. Comentas que el matrimonio es un proyecto en común con intención de que dure y has expresado muy bien este aspecto. De hecho la sensación de fracaso es muy fuerte y doloroso cuando se rompe, aunque sea de común acuerdo y con la mejor de las actitudes. Mucho mejor "cuidar" todos los días la relación que pasar por el trago de la ruptura. Todos fallamos en las expectativas con la otra parte. Es donde entra el perdón, la comprensión, la falta de rencor y de egoísmo, para hacer que esos fallos se asuman (hoy por ti y mañana por mi), somos humanos. Pero siempre, como decía, es cosa de dos, no puede estar descompensado. Para la empresa funciona igual en las relaciones a largo plazo. En las de a corto plazo ya es otro cantar, suelen ser beligerantes y una de las partes sale mal parada. Así, "amistosas" a corto plazo que recuerde, diría las UTEs (Uniones de Trabajo Temporal) y los casos de Capital Riesgo que entran para ayudar a financiar un proyecto de crecimiento y luego se retiran (los bien hechos, que luego se ve cada cosa, cada "apalancamiento",...) y en estas, aun siendo a corto, para que los objetivos se cumplan es necesario lo mismo que en las de a largo plazo.
EliminarUno de los pasos importantes que se suele hacer antes de proceder con la boda (m&a) es escoger una sala de matrimonio o iglesia adecuada que en este caso sera elegir entre proveedores de salas virtuales de datos
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