martes, 5 de mayo de 2015

MI BUEN NOMBRE ES EL TUYO, TU BUEN NOMBRE ES MÍO



Siento arruinaros un mito de la niñez. ¿Recordáis al Cid muerto cabalgando contra el enemigo, sus hombres siguiendo su cadáver (sin saberlo, lo pusieron como si estuviera vivo para no desmoralizar a la tropa) y el enemigo huyendo despavorido ante su presencia? Pues parece ser que es muy posible que fuera mentira, según diversos historiadores. El Cantar del Mío Cid se escribió años más tarde y ya sobre una leyenda. Lo cual no desmerece, sin duda, su formidable vida y el renombre que adquirió para terminar siendo leyenda. Ibn Bassam, historiador musulmán s. XII (el otro bando) lo describió “…era este infortunio Rodrigo, por la práctica de la destreza, por la suma de su resolución y por el extremo de su intrepidez, uno de los grandes prodigios de Dios”. Y así, Rodrigo Díaz de Vivar, con su “buen hacer y saber estar” se construyó su propia “marca personal”. Con su marca y todo: “El CID”. Tuvo mucho eco y repercusión en la prensa de entonces (los juglares). Escribieron varias columnas sobre él en “El Cantar del Mío Cid” e incluso sus competidores elogiaron sus cualidades. Hasta el pueblo las valoró en sus horas más bajas “¡Que buen vasallo si tuviese buen señor” (de muy pocos se puede decir esto). Marca que ha perdurado hasta nuestros días y ha ido engrandeciéndose por su propia leyenda (Véase el ejemplo del mito de la cabalgada ya muerto)
“Una gran reputación es un gran ruido: cuanto más aumenta, más se extiende; caen las leyes, las naciones, los monumentos; todo se desmorona. Pero el ruido subsiste.” Napoleón
El Cid no dijo “¡Eh! Me voy a hacer una marca personal, a ver donde me anuncio, por qué  “mentideros” me dejo caer”. Su marca personal proviene de su carácter, forjado a lo largo de los años con valores; endurecido y probado por todos los problemas que tuvo que solventar en su vida (que no fueron pocos). Ese carácter dejó huella en sus acciones y estas dibujaron un patrón, una forma de ser y actuar a la que se mantuvo fiel, porque provenía del carácter y no de una ”pose” o una carcasa vacía. Esa “autenticidad” que se labró a lo largo de los años, hizo que sus enemigos le temieran y le respetaran, y que sus hombres le siguieran hasta la muerte. Su nombre no era un nombre, era un significado fiable.
“La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía” Aristóteles.
“Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor.” Albert Einstein 
“El carácter es como un árbol y la reputación como una sombra, la sombra es lo que pensamos de él, el árbol es lo real” Abraham Lincoln
Aun basándose en un buen carácter, el “Nombre” hay que cuidarlo. Muchos serán los que intenten ensuciarlo con mentiras o agrandando tus errores (porque no somos perfectos). Algunas consideraciones:
  • Cuida las apariencias, las posibles interpretaciones de tus actos. “La esposa del Cesar no sólo debe ser honesta, sino parecerlo” Cesar. “Se tarda 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla. Si piensas acerca de esto, harás las cosas de diferente manera” Warren Buffet 
  • Rodéate de gente que valga la pena. “Si en algo tienes tu reputación, procura que tus compañeros sean personas distinguidas, pues vale más estar sólo que mal acompañado” George Washington 
  • Gestiona tus errores rápido y en base a tu carácter, reconociéndolos y solucionándolos o paliándolos en la medida de lo posible “Reconoce tus errores antes de que otros los exageren” André Masson. “El hombre que comete un error y no lo corrige, comete otro mayor” Confucio 

Parece que hablamos sólo del nombre de cada uno pero todos los colectivos tienen un nombre, una identidad que pueden cuidar o descuidar. Igualmente deberán elegir su carácter, ¿soy alta gama o soy volumen?, ¿cuál es mi calidad?,… y así, con su carácter forjan su nombre. No tiene por qué ser para el bien, los Ninjas tenían una marca muy definida y fiable pero se dedicaban al asesinato, habían definido su carácter y sus actos eran fieles a ellos. Su reputación como asesinos era excelente pero muy mala ante la sociedad. Mejor no tener una buena reputación de “malote”, es difícil socializarse; vamos que terminas marginado y además no está bien.

En todos los países y épocas ha habido unidades de élite, son conocidas mundialmente al pronunciar su nombre (Las Legiones Romanas, Española y Francesa, Marines, Rangers, Gurkas, Templarios, Espartanos…) ¿Qué les hace tener una marca tan reconocida y por la que sus miembros darían la vida?
  • Selección: elegir personas acordes con el carácter de la unidad para que se identifique con ella y que cumplan con las expectativas de un miembro de la unidad.
  • Formación: Para que el carácter similar aprenda la idiosincrasia y forma de hacer de la unidad. Siempre se aprende en grupo y de forma cooperativa, con prácticas constantes hasta terminar siendo un cuerpo sólido y unido.
  • Valor e iniciativa: se premia y se fomenta constantemente. Es la clave de la resolución de los problemas y obstáculos imprevistos que se les presenten.
  • Superación de los errores y convertirlos en fortalezas.
  • Definición de objetivos claros y esfuerzo para conseguirlos (el esfuerzo se entrena)
  • Consecución de objetivos. Grandes logros de los que todos son partícipes y de los que se sienten orgullosos. Por el mero hecho de pertenecer, formas parte de los logros pasados, presentes y futuros. Orgullo de pertenencia y tradición.
  • Reconocimiento de los logros, es más, ensalzamiento de ellos como colectivo y a título individual como ejemplos a seguir. Motivación.
  • Expulsión con deshonor de quien traiciona el buen nombre de la unidad. Da igual su rango.
  • Lideres con talento y con el mismo carácter de la unidad. Capaces de estar al frente en los momentos más difíciles codo con codo junto a sus hombres. Grandes aportadores pero no imprescindibles, porque la unidad seguirá siendo lo que es cuando no estén.

El CID no cabalgó solo, ni tan siquiera a su destierro. Fue capaz de dejar su “marca personal” para la eternidad, mucho más de lo que la mayoría de nosotros hará jamás. Pero no fue capaz de dotar a su proyecto de un carácter propio y por tanto, su proyecto murió al morir él. No llegó a tener Nombre. Muy pocos son capaces de crear proyectos que dotados de su propio carácter se ganen su nombre y perduren. Cada uno forjamos el nombre del colectivo y el colectivo forja nuestro nombre. Muchas instituciones incluso han forjado el carácter individual de grandes personas, dotándoles de una reputación a la que hacer honor.

Lo único que poseemos realmente es nuestro carácter, nuestro nombre está en manos de los demás. Cultivad vuestro carácter, os hace únicos, pero aseguraos de que la sombra que proyectáis sea la vuestra y no la sombra de unas manos haciendo figuritas.

Una buena reputación gana batallas sin luchar.


Diego Lias

2 comentarios:

  1. Gracias por tu artículo. Es extrapolable al éxito empresarial.
    Creo que cada vez debemos intentar llegar a la excelencia, tanto en el terreno personal como en el de la empresa. Como dices, nuestro carácter deriva en nuestro nombre y la fama que podamos tener hacia el exterior. Es también cierto que muchos nombres se desinflan o estallan cuando el nombre no es más que un "bluff" de oportunidad. En la empresa hay bastante de esto, muchas veces debido a que la dirección no está a la altura de las necesidades; o a que se intenta ocupar un espacio que no corresponde a la capacidad real de la empresa.
    En definitiva, estoy de acuerdo en tu planteamiento para conseguir la excelencia del nombre, la marca, la actividad, etc., para llegar a ser un referente en cualquier ámbito de la vida.

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    1. Muchas gracias por tu comentario. me recuerda que el otro día leía un artículo de alguien que trabaja en selección y comentaba que los CV y las entrevistas cada vez son más parecidos/as. Hay muchos artículos en la red y prensa comentado como hacer y que buscan de un candidato. Incluso como contestar a las preguntas más comunes. Es un mercado, la necesidad de trabajo hace que la gente se adapte a la demanda. Es producto es uno mismo, es lo que es y hay lo que hay. Lo puedes cambiar ligeramente a medio plazo y más a largo, pero hoy es inalterable. ¿Qué está ocurriendo?, que la gente le pone un envoltorio como el que el cliente quiere y cuando llega a casa, puede ser lo que no esperaba. Problema para los dos, porque el producto termina en la basura a los dos días y el cliente tiene que comprar otro. Todos tenemos defectos y virtudes, debemos ser buenos vendedores del producto que tenemos sin engañar para no defraudar las expectativas del cliente. Un buen vendedor no engaña, resalta las cualidades y da soluciones a los defectos. He querido destacar en el artículo las cualidades del producto que se vende y como eso, le da un buen nombre. El cómo se vende ese producto es otro artículo. Puedes ser muy bueno, pero si el buen nombre es conocido por pocos, hay pocas posibilidades de venta.

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