El termino Utopía proviene de un
libro que escribió Tomás Moro “Libro del estado ideal de una república en la
nueva isla de Utopía” en 1.516 en el que se describe una sociedad ideal (para
el autor) desde el punto de vista filosófico, político, económico, moral…En
realidad, era una crítica a la sociedad de su tiempo, con problemas no muy
diferentes a las actuales (hablamos del Renacimiento, cuando surgen las
tendencias humanistas). A lo largo de la historia, sin este nombre, pero si con
este concepto, se ha escrito mucho. Platón con “La Republica” o incluso el mito
de “Sangri-La” que apareció en la novela de “Horizontes perdidos” de 1.933, muestran
sociedades idílicas, la última, incluso incluye la inmortalidad. No hablaremos de
todos los aspectos de hacer un modelo irreal en el que interviene una crítica
de la sociedad existente, una valoración, una orientación (en función de la
ideología del autor) y una esperanza de poder soñar con mundos mejores. Nos
meteríamos en un buen charco.
El concepto de Utopía como
objetivo inalcanzable, de momento, es más que suficiente. ¡Qué difícil
equilibrio el fijar nuestras metas! ¿Metas realizables o metas inalcanzables?
Pues en mi opinión, un poco de todo.
Las metas alcanzables, son
fundamentales. Hacen que avancemos paso a paso, ganemos confianza. Hacen que
nos sintamos orgullosos e intentemos hacer lo siguiente igual o mejor. Como he
comentado, el poner objetivos creíbles y alcanzables, y que además los
cumplamos, consigue que el resto de la gente nos vea como personas fiables, de
compromiso, de honor, que lo que proponemos y decimos que haremos, lo cumplimos.
Nos hace predecibles y por tanto de confianza (desconfiamos de lo
impredecible). Es muy posible que, con este tipo de objetivos, tengas un
relativo éxito en la vida, siempre y cuando te esfuerces para conseguirlos. El
que marques objetivos alcanzables, no hace que los alcances, sólo el esfuerzo y
la adaptación al entorno, hará que lo consigas.
Los objetivos que se ven
inalcanzables, son también importantes. Las grandes hazañas se han conseguido
con objetivos que todo el mundo creía inalcanzables. Tengo un grupo de amigas
que ha empezado un proyecto importante. Me han pedido que les eche una mano
precisamente con la parte de objetivos y su desarrollo. Las ideas las tenían
muy claras, sólo necesitaban un poco de orientación. Tienen tres objetivos, uno
es de los alcanzables y en los otros dos hay una diferencia. Uno es utópico a
corto plazo, es posible realizarlo pero necesita planificación con objetivos
más cortos y en un periodo de tiempo más dilatado. El otro es el típico utópico,
porque tiene muchos obstáculos que vencer, normalmente insalvables. Estuve a
punto de decirlo, pero se me pasó por la cabeza el que yo no quería que fuera
el primer obstáculo en su camino para que lo consiguieran. Podía ser algo
importante si se conseguía hacer. Hay varios factores que hacen que se consiga
un objetivo utópico. Primero una voluntad férrea (que las dificultades no te
desanimen), mucha suerte (que la tienes que buscar, no viene sola, si me
queréis entender), utilización óptima de todos los medios que tienes a tu
alcance, gran imaginación (para que los medios y las oportunidades surjan de
donde no los hay), si puedes conseguir apoyos, mejor… ¿Sabéis? Creo que lo
conseguirán, porque tienen todos estos factores. Un poquito de suerte y …
Por último, la utopía del mundo
idílico. Tengo lectores que me dicen que lo que escribo está muy bien, pero que
es utópico. Estoy convencido que el mundo tendrá siempre cosas malas. Por
ejemplo, no creo que se pueda terminar con las guerras, con el hambre, etc. ¿Cómo?
Si nosotros mismos fallamos al llevar la guerra a nuestro entorno. No tenemos
el poder de hacer una guerra, pero generamos situaciones de conflicto, hacemos
la vida difícil a los demás, los matamos moralmente, a veces incluso sentimos
el odio. No somos seres perfectos y cometemos muchos errores. No somos
perfectos ni lo llegaremos a ser nunca, la perfección es la utopía
inalcanzable. Pero si no intentas mejorar cada día, si no te esfuerzas por
superarte cada día, cada día estará más lejos, cada día harás que el mundo sea
un poco peor. Incluso en el mundo de la empresa, el mejorar no tiene fin,
siempre hay cosas en las que lo podemos hacer mejor, en las que podemos
superarnos. No solo a la competencia, a nosotros mismos. No mejorar constantemente
en una empresa lleva a su muerte, normalmente a largo plazo, pero con lo rápido
que van las cosas, a veces, a corto plazo.
Nunca alcanzaremos la perfección,
pero yo prefiero seguir caminando en dirección a Utopia hasta que me caiga
muerto, porque el camino lo he empezado donde otros cayeron abriéndolo, y
espero que otros lo empiecen donde yo caiga. El mundo avanza porque caminamos en
busca de Utopía.
Diego Lias