martes, 9 de septiembre de 2014

CONVERSANDO CON LA MIRADA


Cuando eres pequeñito y te enseñan las partes del cuerpo, es muy habitual que te digan al llegar a los ojos“¿Y para que sirveeen? ¿Paraaa? Para veeer, ¡muy bieeen! (con el soniquete típico que le ponemos a los niños como si fueran tontos) Estupendo, dando información parcial. Los ojos no sólo sirven para ver, sirven para hablar, pero de una manera mucho más compleja, porque una mirada puede contenerlo todo. Va más allá de hablar, es emoción y sentimiento contenido en el mensaje. Con los ojos emites y recibes amor, alegría, tristeza, complicidad, ira, frustración, indiferencia, burla, amabilidad… en general todos los sentimientos humanos y además las frases no dichas.

Cuando era un adolescente, me apunté a baloncesto. ¡Cuánto aprendí y lo que me ha servido más tarde! Y nada relacionado con una pelota. Entre otras cosas, me enseñó mucho autocontrol. Era un adolescente con bastante carácter y un gran orgullo (mala combinación). En menos de un año, me mostraron como canalizarlo y utilizarlo para conseguir cosas positivas, fundamentalmente con el amor propio y esfuerzo.  El tigre, aunque controlado, sigue ahí. No es malo, pero lo digo porque en una ocasión, me ocurrió una cosa curiosa. Sucedió durante un partido y no lo he visto nunca más. Me expulsaron sin hacer ni decir nada. Cuando le pregunté al árbitro, me dijo que era por mirarle mal. ¡Cómo le miraría para expulsarme! Me parece que me pasé con la conversación visual. Sin querer vio al tigre. Aunque contenido, se asomó a mi mirada y algún rugido le debió de sugerir (ni os cuento lo que pasaba por mi mente en ese momento)

Se ha estudiado mucho el comportamiento humano relacionándolo con cómo movemos los ojos, dónde miramos, el tamaño de la pupila, etc. Psicólogos como Ralph Exline, antropólogos como Edward Hall o Adam Kendon biólogo y psicólogo experimental, son algunos investigadores. Se han descubierto infinidad de cosas aplicables fuera y dentro de la empresa. Estos descubrimientos se han adaptado a técnicas utilizadas en las reuniones, en negociaciones, en el día a día e incluso y en la selección de personal. Por ejemplo, se descubrió que donde se dirige la mirada, marca los turnos del habla. Cuando escuchas, miras fijamente. Cuando vas a hablar, desvías la mirada justo antes y luego no fijas la mirada en el que escucha, solo ocasionalmente. Cuando vuelves a fijar la mirada, indicas que es su turno. En entrevistas, o incluso negociaciones, si quieres que la otra persona se ponga nerviosa y hable más de la cuenta, alteras el orden. El entrevistado termina, pero se encuentra con que sigue la mirada fija en el. Como el entrevistador no solo no habla, sino que además está mirando fijamente, el entrevistado siente presión sobre continuar hablando. El fijar la vista y callar es la pose del que escucha, por eso, genera una situación incómoda y en muchas ocasiones hace que continúe hablando más de la cuenta.

Si no nos miran, no hablamos. Necesitamos que nos miren para empezar a hablar. Pensad en alguien ante una audiencia, cómo reclama la atención y hasta que el auditorio no mira, no comienza. Donde has nacido, importa. Un americano evita la mirada directa a personas desconocidas en sitios multitudinarios, mientras que un israelita te mira de arriba abajo. Esta situación puede incomodar a ambos porque se interpreta de diferente manera. Las mujeres y las personas más afectivas, miran más que los hombres y las menos afectivas. Las miradas directas nos hacen sentir expuestos y vulnerables. Además tienen muchas veces connotación sexual. Si tus pupilas se dilatan ante un acontecimiento o una visión, demuestra que te llama la atención. Dependiendo del contexto puede indicar mentira, que te gusta lo que ves, etc. Si mantienes poco la mirada, denotas inseguridad. Si lo haces demasiado, eres maleducado e incomodas a los demás…

Son mil cosas a tener en cuenta, muchas en contexto y que requieren un entrenamiento estupendo y una vista de águila cuando, por ejemplo, quieres ver las pupilas a alguien. No podemos controlarlo todo conscientemente. Hay un experimento que me llamó la atención. Se midieron las ondas cerebrales de un grupo de monos. Cuando un hombre les miraba, las ondas se alteraban y además parecían deprimidos. Lo sorprendente es que si el hombre permanecía oculto, el efecto era el mismo cuando les miraba fijamente. ¿Cómo podían saber o sentir que les miraban? Hay muchas cosas que quedan por explicar y estoy convencido la ciencia irá encontrando explicaciones. Hay incluso teorías de que los ojos son una extensión del cerebro al estar tan próximamente ligados y que muestran cómo funciona o reacciona nuestro cerebro, por ejemplo con la dilatación de las pupilas al indicar que algo te gusta.

Intento siempre utilizar la lógica, pero en las miradas, reconozco que muchas explicaciones se me escapan. Cuando no tienes explicaciones puedes caer en otro tipo de teorías folclóricas, como el mal de ojo y cosas por el estilo. Las miradas son tan a menudo tan rápidas que cómo es posible que podamos captar tanto. Os diré mi teoría no científica, me da vergüenza porque soy de ciencias y no me encuentro cómodo con definiciones no palpables:

“La pasión es la iluminación que proyecta nuestra alma a través de la mirada para que sea visible a los demás” Diego Lias (Filósofo de pacotilla)

¿Os habéis fijado en un líder innato, cómo transmite a los demás? Sus ojos “enganchan” con su mirada ¿Habéis visto cuando una mujer se ha enterado de que se ha quedado felizmente embarazada? Su mirada “brilla” con más intensidad por la alegría. ¿Habéis visto la “calidez” de la mirada de compasión de un cooperante en un desastre? ¿Habéis visto las últimas palabras de alguien en su mirada al morir? ¿Habéis sentido el miedo cuando alguien os ha mirado con odio? ¿El vacío con una mirada de indiferencia? ¿El frío con una mirada fulminante?  ¿A que de todas estas situaciones, principalmente recordáis la mirada? No sé cómo, pero una persona sin pasión se vuelve gris y sus ojos no transmiten nada, incluso las drogas vacían la mirada. Mi recomendación es que si queréis establecer una comunicación especial con los demás, viváis la vida con pasión porque proyectareis vuestra alma y seréis capaces de tocar el alma de los demás. Pero hacedlo para el bien, porque también se pueden proyectar los malos sentimientos, como el odio, que es fruto también de una pasión, pero negativa. No proyectéis el lado oscuro, no tocareis el alma de los demás, la estrujaréis.

Poned pasión a la vida de una forma positiva, proyectad todo lo bueno de vuestra alma, tocad y motivad a los demás. Empezad a volver a conversar con la mirada con vuestro marido, esposa, hijos, amigos. No os paréis, seguid, seguid en el trabajo, en la calle... Conversad con la mirada.


Diego Lias






6 comentarios:

  1. Tu artículo es profundo y ha traído a mi mente el recuerdo de mi madre ciega. Ella suplía su mirada con el contacto y la dulzura de su hablar pausado, pero siempre apasionado. Siempre añoré una mirada suya.

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    1. Me ha parecido un comentario precioso. Gracias por compartirlo. Permíteme un comentario. A los padres nos gustaría ser perfectos y poder cumplir con todas las expectativas de los hijos, pero desgraciadamente todos tenemos carencias, unas veces son físicas, otras de capacidades y otras de carácter, aunque en general, las tenemos de todas. También tenemos muchas virtudes que intentamos potenciar para que no se nos note tanto esas carencias. A final lo que importa, es ese bonito recuerdo que guardas de tu madre, y también el cómo supo suplir su carencia con su virtudes. Lo transmites muy bien en el comentario. ¡Qué bien lo hizo tu madre! Ojala mis hijas pongan algún día algo así sobre mí.

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  2. ¡Cómo me gusta el tema de tu artículo!. Tiene connotaciones poéticas, ya que la mirada ha sido siempre motivo de inspiración. "ojos claros,serenos..."(G. de Cetina). "por una mirada..."(Becquer), etc. Yo, particularmente, aprecio la mirada de mi interlocutor como un complemento al tema que desarrolla en su conversación. Esto es para mi muy importante en mi relación con otras personas.
    Sigue con tu trabajo. Creo que muchos apreciamos tu visión de las cosas. ¡Adelante!

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    1. ¡Cómo me gusta a mi que saquéis más facetas del tema! Procuro que los artículos sean cortos y abiertos para que os de pie a pensar. Es una faceta estupenda la que has encontrado. De hecho estuve, a punto de meter la cita de Becquer "El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada". Efectivamente hay mucho en la literatura. Enhorabuena.

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  3. Hay dos miradas que para mí son impactantes, por lo que significan: una, la de desprecio, producida por la soberbia de alguien que se cree superior a los demás por su cultura, estatus social o político, su poder económico o su poder dentro de la empresa. Ellos creen vivir (qué equivocados) en un mundo superior; la otra, la de la indiferencia producida por el desamor al prójimo. Éstos viven en el egoísmo y el egocentrismo, con una pobreza de espíritu que les hunde en la infelicidad

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    1. Gracias por tu comentario, abre casi un tema totalmente diferente. Es lo que llamaba el lado oscuro. Yo creo que la peor mirada es la del odio. Todos somos diferentes, pero cuando vemos, o nos hacen ver, nuestras diferencias como algo que te pone a nivel personal por encima de otro, te deshumaniza. Se utiliza para generar el odio suficiente incluso para matar, y puedes hacerlo porque no ves al otro como alguien semejante a ti. Mucho cuidado con las formas de diferenciar excluyentes. La historia está llena de atrocidades. Sé que a nuestros niveles puede ser exagerado, pero somos capaces de llevar el infierno a los demás, aunque sea en pequeñito.
      Otra cosas, es la distribución de papeles dentro de la sociedad. En la empresa hay jerarquías y objetivos, como en todas las parte de la sociedad. Todos cedemos parte de nuestra independencia para poder vivir en comunidad y conseguir los objetivos marcados por el grupo. Dentro de esto, un Director de departamento, tiene la obligación de “Dirigir” (que es aunar voluntades y esfuerzos) para conseguir sus objetivos. El cómo, importa, marca la diferencia de lo que decías. Una cosa es dirigir y otra humillar, vejar, etc. Pero no nos olvidemos que hace falta la dirección para coordinar y aunar las voluntades. Pensemos incluso más en el día a día, en la relación entre cliente-dependiente en una tienda. El trato, también importa y entra dentro de todo esto.

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