domingo, 27 de julio de 2014

TE VEO


Hemos tenido una persona para desarrollar una “intraweb” con una aplicación específica. Era un “tío” de los que todos llamamos ”raro”. Extremadamente introvertido, desviaba la mirada cuando hablaba, le costaba responder, se ponía en el ordenador y se integraba con él. Yo hablaba en el departamento de informática con los informáticos y coincidíamos en la cafetería junto con otras personas. El no participaba de las conversaciones, no porque se le excluyera, simplemente no participaba. Si se le preguntaba, respondía con monosílabos. A los pocos días dejó de existir, estaba pero nadie le prestaba atención. Terminó el trabajo y como le habíamos contratado por obra, se tuvo que ir. Yo firmé la finalización. Vino a despedirse a mi despacho y fue como si vinera una persona completamente diferente. Tuvimos una conversación fluida y agradable, sostuvo la mirada, hablamos de lo que había hecho, me comentó su opinión sobre el proyecto y el enfoque, hablamos de mil cosas que me había escuchado en las conversaciones con otras personas, incluso de mis hobbies. Había estado atento a cada una de nuestras palabras e hizo comentarios muy coherentes e inteligentes a todas ellas, a destiempo. Luego desapareció de nuestras vidas.

Como este ejemplo, toda mi vida me he encontrado con gente que por unas cosas u otras era invisible para el mundo. En general personas que tenían problemas para relacionarse o que directamente habían sido excluidos por diversos defectos físicos. Se empieza en el colegio, todos hemos oído decir que los niños pueden ser muy crueles, pero los mayores lo somos también. No se termina en el colegio.

Cada persona de estas, cuando las conoces, tiene su historia de cómo el mundo dejó de verle. Algunos con defectos físicos como uno que conocí que tenía una voz de pito muy acusada, fue a clases de dicción, lo superó e incluso trabajó en atención telefónica. Otros con aspecto extraño, porque tratan de ocultar secuelas de operaciones, o porque nacieron así. Otros han sufrido dislexia u otros problemas invisibles que les han impedido integrarse con normalidad, encerrándoles en una concha de indiferencia o incluso haciéndoles ser verdaderos “bordes”, para impedir que te acerques o les conozcas. Tienen miedo al dolor de otra decepción.

Uno de mis amigos de la playa, de la edad de mis hijas, es normal desde el exterior pero sufre un retraso, creo que por problemas al nacer. Este es al contrario, tiene otros problemas, pero te enseña a ver la gente que pasa alrededor. Es capaz de hacerse amigo de cualquiera y de presentártelo. Curiosamente se acerca a las personas que son especiales por dentro. Es amigo de varios vendedores de otros países que pasan por la playa, no de todos, solo de algunos. Cuando te los presenta, son especiales por algo. El, en su incapacidad, es muy capaz de VER.

Desde pequeño he tenido amigos de todo tipo, pero también he tenido muchos amigos que estaban en estas circunstancias. No en todos los casos ocurre lo que os voy a contar, pero en general, al aislarse del mundo, llegan a tener una vida interior muy rica. Esto significa que observan y piensan mucho. Son incluso especialistas en varios temas. Cuesta mucho que se abran, pero cuando se abren, sus conversaciones son sorprendentes, mucho más incluso que las de gente ”normal”, y su entrega es superior a la del resto.

He oído a gente “normal”, aparte de rechazarlos, decir que deben hacer ellos el esfuerzo por integrarse, y en parte tienen razón. Algunos han tenido la fuerza de superarse porque han sido capaces de sacar un gran coraje para conseguirlo. Estos son pocos, y muchas veces se les pone de ejemplo (hay algunas conferencias en TED con personas así). Pero como veis, es tan difícil, que hasta los ponen de ejemplo para gente “normal”.

Yo creo que, como la mayoría de nosotros, no son supermanes. Necesitamos mucho de los demás para superar nuestros miedos, complejos o defectos. La gente "normal" los tiene y les cuesta, cuanto más alguien que encima está excluido. Nos guardamos aspectos increíbles sin compartir de nosotros mismos y que la gente estaría encantada de conocer, mientras criticamos o excluimos a otros por no mostrarse. Quizás incluso no somos tan normales, solo se nos notan menos nuestros miedos.

Nos perdemos grandes cosas de los demás, simplemente porque no los vemos. Debemos esforzarnos más cada día por ver a los demás y ayudarles a sacar lo mejor de ellos mismos, tal y como esperamos que se haga con nosotros. Lo fácil es no esforzarse por estas minorías, dejar al niño arrinconado en clase por cualquier tipo de problema en aprendizaje o de socialización, o adultos en los trabajos y por la calle porque son feos o “raros”o pobres o... por lo menos regalad una sonrisa. Es algo fugaz, pero es una muestra de haber visto.

Sé que este artículo, puede no ser tan “de empresa” como otros, pero necesitaba contároslo. Siempre he pensado sobre ello y últimamente es como si todo me llamara a escribirlo. Intentemos entre todos poder decir, cada vez más y más a menudo, “TE VEO”. Dedicad unos minutos a conocer al que tenéis a vuestro lado. Descubriréis un mundo que jamás pensasteis que existiera.

Os dejo un vídeo, un poco extremo, no suele ser tan evidente, pero es ilustrativo. Fue otra de las “señales” para que escribiera sobre esto.
Video: para mi es¿Ahora me ves?

Diego Lias

8 comentarios:

  1. ¡ Qué tremenda sensibilidad ! Me has dejado sorprendido y al mismo tiempo me has hecho pensar... y mucho.
    Realmente pasamos por la vida perdiéndonos la riqueza que atesoran muchos de nuestros semejantes, precisamente por NO VER.
    Me gusta tu blog porque siempre es interesante leerte.
    Enhorabuena y ¡adelante!

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    1. Gracias, me encanta que me leáis. La verdad es que hace mucha ilusión. Espero que os haga pensar lo que escribo, vamos siempre tan deprisa... A mi también me esta ayudando el escribir para pararme a pensar.

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  2. He leído tu último artículo que, como todos, tiene su "miga" y me he sentido identificado.
    Crecí en una familia de estudiantes brillantes y yo era un "desastre" por lo que fui marginado (era un "retrasado mental" según mis hermanos). En realidad tenía un problema psicológico.
    Un profesor de química me trató como su "reto" personal y, con esfuerzo, me enseñó a estudiar. Hoy soy un buen investigador químico.
    No le debo nada a mi familia que NO ME QUISO VER.

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    1. Muchas gracias por leerme y por el comentario. Perdona si te hago yo un comentario. Noto dolor en el. Olvidalo. Enfócate en hacer lo que hizo tu profesor de química, salva a alguien. Haz que tu sufrimiento se convierta en algo positivo. Te aseguro que te liberará y serás feliz. Pero antes, si tu profesor vive, encuéntralo y dale las gracias. Yo lo hice con un profesor que también marcó mi vida y fue porque me lo encontré, si llego a saber lo que pasaría, lo busco y lo hago antes.

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  3. "No hay mayor ciego que el que no quiere ver"
    Vivimos en un mundo de ciegos. Miramos pero no vemos, porque ver implica participar y cada uno de nosotros nos instalamos en la comodidad de no enterarnos de nada.
    Tienes una forma muy peculiar de VER, profunda y verdadera. Me gusta.

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    1. Muchas gracias por tu comentario. No puedo estar más de acuerdo. Se nos olvida lo que es correcto o nos da pereza, nos pasa a todos, todos fallamos. Es muy importante intentar hacerlo bien una y otra vez. Si lo consigues puedes hacer cosas como ese profesor del comentario anterior. No penséis que es fácil, requiere esfuerzo como comentas, pero no solo ha salvado a alguien, nos ha dado ejemplo a todos. Cuando se hace un bien, no solo se hace el bien, se da ejemplo. Un poder impresionante del que ya hablaremos.

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  4. Enhorabuena Diego. Una vez más has puesto luz sobre una de tantas pequeñas... grandes cosas importantes que nos rodean y que no tantos como nos gustaría VEN.

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    1. No se que deciros. De verdad que estoy muy agradecido por que me leáis y vuestros comentarios.

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